Suscríbete a mi blog y lee antes que nadie mis artículos en tu lector RSS.

Opinión. “999 maneras de no hacer una bombilla”, Rubén Vilela.

Por el

Una de las cosas a las que le estoy más agradecido de esta profesión es el nivel de ricas experiencias que me ha aportado para la vida. No es solo cuestión de dinero, ni mucho menos, y entre las lecciones que el trading me ha enseñado y que más aprecio está la de encajar los golpes, la de asumir la derrota.

Una de las cosas a las que le estoy más agradecido de esta profesión es el nivel de ricas experiencias que me ha aportado para la vida. No es solo cuestión de dinero, ni mucho menos, y entre las lecciones que el trading me ha enseñado y que más aprecio está la de encajar los golpes, la de asumir la derrota. Esta semana cayó en mis manos un estudio reciente lanzado desde el marco de la Unión Europea con el objetivo de analizar la distinta suerte que corren los empresarios de las empresas abocadas a una bancarrota. Es decir, un estudio para poner cifras ilustrativas de lo que sucede cuando se fracasa. Lo más revelador para mí no fue conocer en qué países están los empresarios que más éxito tienen, o donde se encuentran los que fracasan más, o qué legislación hace más liviano el proceso concursal o cual otra facilita más herramientas para el entendimiento con tus acreedores. Todo eso es muy útil, pero para mi lo más importante fue conocer dónde están los empresarios que mejor asumen la derrota, donde están aquellos que caen y se levantan. Pues bien la estadística demuestra que están en los países más fuertes del mundo, a la sazón; Estados Unidos y China. Allí el promedio de empresarios que fracasa y lo vuelve a intentar es infinitamente superior al de países como España.  Aquí muchos de los empresarios que fracasan desisten con ello y para siempre de enrolarse en cualquier otra aventura empresarial que ellos mismos impulsen. Nuestra naturaleza y nuestro entorno no nos alientan a ello, al contario. Allí saben que el fracaso es parte del éxito, aquí sólo lo vemos como fracaso. Evidentemente si me gano la vida –y bien- con el trading es porque acierto mucho más de lo que fracaso, eso es innegable, pero no significa que yo no falle nunca. Nadie puede aseverar una cosa semejante. Y quien lo hace; miente. Pero para llegar a ese estadio de excelencia en tu profesión que te garantiza tener mucho éxito es necesario haber fracasado y, después, haber tenido la voluntad y la convicción de levantarse. Sólo ese es el camino seguro. Yo sé que eso los traders lo comprendemos mejor que nadie, y me ha alegra poder haberlo visualizado tan rápido con esta maravillosa profesión. Pensad siempre en aquella frase de Thomas Alba Edison “No fracasé, sólo descubrí 999 maneras de cómo no hacer una bombilla”…y al final se hizo la luz. Disfrutad del trading¡

1 comentarios

  • Completamente de acuerdo contigo , sobran las palabras a este respecto . Cada vez que se cae se deberia entonar esa coletilla que aparece en tus argumentaciones , All right.

Info

First Trader Opening Bell (BSO)

Compuesta por Rafael Febrer para Rubén Vilela