Propósito de año nuevo
Por Rubén Vilela el
Estamos en tiempo de poner en marcha esos viejos propósitos que se almacenan año tras año y que recobran toda la vitalidad del mundo cuando arranca Enero. Este año, a los que todavía no se hayan iniciado, les propongo que hagan una incursión en el mundo del trading. Son muchas las razones que podría esgrimir para que se decidieran a incorporarse a esta actividad que tantos amamos; el dinero (obviamente), la autonomía y libertad, el autoconocimiento personal que esta actividad nos confiere (manejo de emociones, ejercitación psíquica…etc) pero en este caso formularé la pregunta a la inversa ¿y por qué no? ¿Por qué no aprender a especular en bolsa? Si lo convertimos en una actividad placentera (como esas otras que nos proponemos empezar estas fechas) además puede ser igual y más agradecida. Según las estadísticas el 68% de los españoles tiene decidido hacer deporte este año con el objetivo de adelgazar, pero la experiencia nos dice que solo un pequeño porcentaje conseguirá al final lucir una mejor silueta y un mejor estado de forma. Y seguramente entre esos “elegidos” -si rascamos un poco- nos daremos cuenta de que lo consiguieron porque además de la fuerza de voluntad y perseverancia, encontraron en esa actividad física un acto placentero que les estimuló a continuar. Con la especulación financiera es lo mismo. Con prudencia, pero energía y perseverancia, a lo mejor descubrimos que no sólo encontramos en esta actividad una herramienta ideal -en este caso no para adelgazar sino para “engordar”- nuestra cartera, a lo mejor descubrimos también una actividad que nos llena y nos motiva. Recordad que la bolsa es quizás el trabajo más democrático que existe; no le importa tu sexo, religión, estudios o procedencia. Todo el mundo es bienvenido. Luego ya; depende de ti.
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